Meses después (hey…no tantos), esta reflexión, que me encuentra salvajemente aferrada a la vida, me resulta simpática y extraña. Sobretodo esto último porque ya no es una cuestión de equilibrio con la moto, el miedo no forma parte de esa realidad, y es como si nunca esas dudas hubieran estado siquiera allí.
Así que me pregunto, cómo lo hice? ¿Porqué no trasladar este mismo tipo de sabiduría hacia otros aspectos y situaciones de mi vida?
Entiendo que solo se debe plantar una idea o actitud positiva para erradicar comportamientos negativos y miedos.
(And then leave
behind a little of your shit…each time, and that´s charity for everybody!)
Una amiga me ha
repetido constantemente estos últimos meses “confianza valiente” (y antes de que digan algo, no, nada tiene
que ver con Soledad Silveyra, etc..).
Y me pregunto, me ha
hecho efecto su trabajo diario? Porque créanme, lo ha hecho a modo de terapia
conmigo.
No puedo decir que
me considero valiente, ni que la confianza en mí ha crecido, pero de alguna
manera algunos miedos han reducido su tamaño. Me permito sin embargo ser yo
misma, gruñona a veces, muy, pero muy naif otras. Un pequeño lobo solitario que
entiende la necesidad de la manada, y allí busca refugio. Dejar de jugar en
contra, o pensar en contra de mí reprimiendo.
Si lo que sale es
bueno o no….no importa.
Tuve de hecho la
oportunidad de observarme desde una situación “border”. No me gustó lo que ví. Pero entendí. Aprendí.
No hay punto alguno
en describir la situación (generalmente
es cuando una situación nos sobrepasa…él dice…ella dice… y jamás nunca nosotros
decimos o hacemos…sino uno contra el otro, no con el otro… !), pero el
resultado fue que al sentirme miserable recurrí a buscar refugio en una idea de
seguridad que tenía, y ello implicó, entre otras cosas, recordar mi historia, como si hechos
pasados, glorias o no, me devolverían algo de lo que yo creía que había perdido.
Verme en ese espejo no me produjo el efecto deseado en ese momento, y por suerte, porque si bien no todo está bien ahora, es auténtico. Más claro. Inclusive a la hora de la búsqueda de trabajo (lo cual sigo haciendo…Kenya? No, quizás Ecuador en Enero…sí, me gustaría…… hay una oportunidad de voluntariado en Afganistán…mmmm)
La máscara no tiene
nada más que hacer conmigo y entendí que, en mi caso cuando miserable, cuando
nostálgica, busco cierta seguridad y certeza en el pasado. Y ello me disgusta
aún más. Sobretodo por la idea que transmito.
Vuestra y "mía" terapia me ha ayudado a desarrollar me muestra un mundo de posibilidades. Que me aterroriza, sobretodo porque hoy por hoy, no puedo moverme mas allá de Vietnam. Pero es solo una moto.
Y hoy quiero honrarte, diciéndote lo mismo. Escribiéndote. Gracias por mostrarme a Palermo.
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